lunes, 27 de abril de 2009

100 años de Serguéi Diaghilev.


El 18 de mayo de 1909 debutó en el Teatro Châtelet de París la compañía de los Ballets Russes, de Serguéi Diaghilev, inaugurándose así la era moderna del ballet, un proceso profundamente renovador que implicó a los más importantes artistas de su tiempo en varias disciplinas, desde la música hasta la pintura, pasando por el ballet mismo, verdadero soporte y laboratorio.
Picasso, Stravinski, Nijinski, Falla, Anna Pavlova, Miró, Giorgio de Chirico y Balanchine encabezan la enorme lista de personalidades que granaron algunas de las gestas de los Ballets Rusos y que llevaron la danza, con sus revolucionarios montajes, a toda Europa y América.

La huella de los ballets se dejó sentir sobre todos los ámbitos locales que pisaron e influyó en buena parte de los artistas de vanguardia. España es en la historia de los Ballets Rusos el gran hito geográfico junto a la incontestable París. Las temporadas en el Teatro Real y el Gran Teatro del Liceo, las giras por toda la geografía peninsular y las largas estancias del conjunto en San Sebastián y Barcelona, son acontecimientos llenos de un rico anecdotario. Con el espíritu de
Serguéi Diaghilev al frente, pintores, músicos, coreógrafos y bailarines eran embarcados en arriesgadas aventuras estéticas que en algunas ocasiones se encontraron con el rechazo del público y, en otras, con el aplauso de quienes sabían ver de verdad el germen de un arte nuevo destinado a evolucionar y marcar a generaciones sucesivas.

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