Un día, una hora, de Producciones Viridiana, reciente premio de la 13 Mostra de Teatre de Barcelona, continúa de gira por España. Están en el Centro Cívico de Garrapinillos, Zaragoza, el día 2 de enero, en el Palacio de Congresos de Boltana, en Huesca, el 3, y en Casetas y en San Juan de Mozarrifar, ambos en Zaragoza, los días 4 y 6 de enero, respectivamente. Este espectáculo, creado y dirigido por Jesús Arbués, con historias escritas por niños de 6 a 12 años y recogidas por Javier Villafañe, está interpretado por Merche Albero, Raquel Anadón, Pilar Barrio, Begoña Coarasa y Elena Gómez, con la colaboración especial de un nutrido grupo de niñas y niños: Inés Azón, Natalia Benítez, Ángela Belsué, Carolina Carmona, Sofía Fontana, Lucía Alamán, Marina Dueñas, María Iraizoz y Guillermo Allué.
Un espectáculo escrito muy seriamente por niños, destinado a ser visto por adultos con humor. La idea surgió tras recoger las distintas historias que, allá por los años 80, el titiritero argentino Javier Villafañe se encargó de ir recolectando cuando recorrió los caminos de Castilla-La Mancha y Aragón. En cada pueblo, en cada escuela donde actuaba, pedía a los niños que escribieran una historia, un pequeño cuento. Cuando terminó su periplo había reunido más de 30.000 cuentos. Una cuidada selección de ellos fue recogida en dos libros: Los cuentos que me contaron por el camino de Don Quijote y Los cuentos que me contaron por los caminos de Aragón.
Un día, una hora es un espectáculo realizado con sesenta de los textos recogidos por Villafañe. Los temas, la extensión, el estilo, son completamente distintos en cada uno de ellos. Unos se decantan por la fantasía, otros por el género negro. En ellos encontramos simbolismo, absurdo, plagio, comedia, drama, tragedia, chiste, minimalismo, folclore, fábula, costumbrismo, ciencia-ficción, metaliteratura y mucho más. Es, en definitiva, un espectáculo sobre nosotros.
Un espectáculo escrito muy seriamente por niños, destinado a ser visto por adultos con humor. La idea surgió tras recoger las distintas historias que, allá por los años 80, el titiritero argentino Javier Villafañe se encargó de ir recolectando cuando recorrió los caminos de Castilla-La Mancha y Aragón. En cada pueblo, en cada escuela donde actuaba, pedía a los niños que escribieran una historia, un pequeño cuento. Cuando terminó su periplo había reunido más de 30.000 cuentos. Una cuidada selección de ellos fue recogida en dos libros: Los cuentos que me contaron por el camino de Don Quijote y Los cuentos que me contaron por los caminos de Aragón.
Un día, una hora es un espectáculo realizado con sesenta de los textos recogidos por Villafañe. Los temas, la extensión, el estilo, son completamente distintos en cada uno de ellos. Unos se decantan por la fantasía, otros por el género negro. En ellos encontramos simbolismo, absurdo, plagio, comedia, drama, tragedia, chiste, minimalismo, folclore, fábula, costumbrismo, ciencia-ficción, metaliteratura y mucho más. Es, en definitiva, un espectáculo sobre nosotros.
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