Del 30 de junio al 3 de julio, en el Teatro Lagrada, se representa Devoción, original de Indalecio Corugedo y dirigida por él mismo, con la interpretación de Rubén Martín-Vege, Diego Hidalgo y Violeta Orgaz.
Devoción supone una inmersión en el mundo íntimo de la tauromaquia. Dos jóvenes novilleros, Juan, un futuro matador de toros, y Yelko, su mozo de espadas, viven juntos los días y las horas previos a la ceremonia más íntima de un torero, vestirse de luces. El miedo y la soledad acompañan al torero desde la noche anterior a la fiesta. El recuerdo hacia ciertos familiares que han sido relevantes para la decisión sobre su profesión, una parafernalia religiosa que le potencia la seguridad y el valor y unas infinitas aspiraciones de triunfo se mezclan en veinticinco minutos interminables durante los que el torero se enfunda su particular armadura de gladiador para pelear frente a la muerte.
En esta fiesta anacrónica en donde cada tarde de fiesta se desarrolla una peculiar danza hacia la muerte entre un toro y un torero, la devoción juega un importante papel. Sobre todo una profunda devoción del mozo de espadas hacia su matador, a manera de un nuevo paje que le acompaña en la aventura, devoción del torero hacia sus iconos religiosos y devoción hacia un animal que puede ser artífice de su muerte o de su triunfo.
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