El 25 de noviembre, en el Teatro Juan Bravo, de Segovia, la compañía cántabra Ábrego, presenta su producción Mujeres fraguando sueños, de Pati Domenech, con María Vidal y Esther Machón, la escenografía de Lourdes Fernández y María José Velo y la dirección de María Vidal y Pati Domenech.
Mujeres fraguando sueños es un espectáculo con una ética comprometida con una realidad social que exige una denuncia y una reflexión serena sobre la violencia doméstica, y una estética contemporánea alejada de complejas disquisiciones sólo para intelectuales.
Partiendo de la base de que el arte debe comprometerse con la realidad social y tratar, si no de dar respuestas, al menos sí de plantear públicamente algunas preguntas, cuatro mujeres, dos en escena y dos en el diseño plástico, aportan su punto de vista sobre la violencia contra la mujer a partir de un texto de Pati Domenech, que desgrana en 14 momentos una selección de circunstancias vitales en la vida de la mujer. El espectáculo se estructura a modo de relato periodístico que conduce a un clima de gran dramatismo, con momentos de mucho lirismo épico, preñado de humor e ironía.
El baile flamenco y la interpretación actoral se dan cita en esta obra mestiza y provocadora, que trata de involucrar al espectador activamente en su desarrollo, proporcionándole materiales para realizar una reflexión lúcida sobre la violencia doméstica.
Mujeres fraguando sueños es un espectáculo con una ética comprometida con una realidad social que exige una denuncia y una reflexión serena sobre la violencia doméstica, y una estética contemporánea alejada de complejas disquisiciones sólo para intelectuales.
Partiendo de la base de que el arte debe comprometerse con la realidad social y tratar, si no de dar respuestas, al menos sí de plantear públicamente algunas preguntas, cuatro mujeres, dos en escena y dos en el diseño plástico, aportan su punto de vista sobre la violencia contra la mujer a partir de un texto de Pati Domenech, que desgrana en 14 momentos una selección de circunstancias vitales en la vida de la mujer. El espectáculo se estructura a modo de relato periodístico que conduce a un clima de gran dramatismo, con momentos de mucho lirismo épico, preñado de humor e ironía.
El baile flamenco y la interpretación actoral se dan cita en esta obra mestiza y provocadora, que trata de involucrar al espectador activamente en su desarrollo, proporcionándole materiales para realizar una reflexión lúcida sobre la violencia doméstica.
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