Parece ser que, ¡por fin!, se avanza en la recuperación del emblemático Teatro Guiniguada, de Las Palmas de Gran Canaria. El Gobierno de Canarias ha adjudicado a la empresa Lopesan Asfalto y Construcciones la obra de rehabilitación de la tercera fase del Teatro Guiniguada por un importe de 3.168.898 euros, más de un millón menos de la cantidad prevista por el Gobierno, de 4.692.407 euros, según la convocatoria realizada y a la que concurrieron un total de quince empresas, y un plazo de ejecución de 24 meses. La constructora deberá ejecutar el proyecto diseñado por Ramón Chesa y Javier
Mena.
La promesa del Gobierno de Canarias, según expresó el Viceconsejero de Cultura, Alberto Delgado, es reinaugurar el teatro en 2011, dentro de la presente legislatura. Los plazos del proceso de reforma de la última fase de este coliseo capitalino, que permitirá su reapertura definitiva, están cumpliéndose en el tiempo previsto, la primera vez que ocurre tras un proceloso camino para reformarlo que se alarga ya unos 10 años, a lo largo de los cuales, ha habido escándalos, protestas y declaraciones de todo tipo.
Entre los años 2000 y 2004, el Gobierno canario invirtió un montante aproximado de 3,35 millones de euros y el Ejecutivo canario tendrá que revisar el destino de aquellas partidas en un expediente que, al parecer, es un auténtico galimatías. El destino de los 3,35 millones de euros presenta muchas dudas, a causa de una maraña administrativa, ya que el proyecto inicial fue reformado y sometido, posteriormente, a varias ampliaciones. Además de intentar descubrir el paradero del mármol que cubría el suelo del recinto, con esta investigación se pretende saber en qué punto quedó el concurso convocado en 2001 para la adquisición de 500 butacas, dotación a la que el Gobierno destinó un montante de 180.000 euros. La reforma del teatro se adjudicó en 2001 por un importe de 817.000 euros. Meses después, el presupuesto inicial se aumenta en un 10%, además se convoca un concurso para comprar las butacas por 180.000 euros. La aparición de filtraciones obligó a realizar una intervención de emergencia. El proyecto se amplió y se adjudicó a otra empresa.
Desde el cierre para acometer una polémica reforma del Teatro Guiniguada, perteneciente a la Viceconsejería de Cultura del Ejecutivo regional desde 1986, fecha en que lo compró por 45 millones de pesetas, las compañías teatrales y los grupos musicales insulares quedaron huérfanos de un espacio que había ganado un público fiel.
La falta de agilidad para acometer la reforma del teatro Guiniguada, obra que ha terminado en los juzgados por presunta corrupción, se había convertido en la gran vergüenza en la gestión de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno canario durante casi cuatro legislaturas, sin que ningún equipo haya podido desbloquear una rehabilitación de la que sólo se hicieron dos fases.
Parece que al final, este emblemático espacio podrá recuperarse para uso y disfrute de los amantes de las Artes Escénicas, y quién sabe, tal vez las compañías de la región, que tanto están luchando por espacios dignos en los que mostrar su trabajo, puedan por fin actuar con regularidad en la capital de Gran Canaria. Qué harán hasta el año 2011 es otra cuestión.
Mena.
La promesa del Gobierno de Canarias, según expresó el Viceconsejero de Cultura, Alberto Delgado, es reinaugurar el teatro en 2011, dentro de la presente legislatura. Los plazos del proceso de reforma de la última fase de este coliseo capitalino, que permitirá su reapertura definitiva, están cumpliéndose en el tiempo previsto, la primera vez que ocurre tras un proceloso camino para reformarlo que se alarga ya unos 10 años, a lo largo de los cuales, ha habido escándalos, protestas y declaraciones de todo tipo.
Entre los años 2000 y 2004, el Gobierno canario invirtió un montante aproximado de 3,35 millones de euros y el Ejecutivo canario tendrá que revisar el destino de aquellas partidas en un expediente que, al parecer, es un auténtico galimatías. El destino de los 3,35 millones de euros presenta muchas dudas, a causa de una maraña administrativa, ya que el proyecto inicial fue reformado y sometido, posteriormente, a varias ampliaciones. Además de intentar descubrir el paradero del mármol que cubría el suelo del recinto, con esta investigación se pretende saber en qué punto quedó el concurso convocado en 2001 para la adquisición de 500 butacas, dotación a la que el Gobierno destinó un montante de 180.000 euros. La reforma del teatro se adjudicó en 2001 por un importe de 817.000 euros. Meses después, el presupuesto inicial se aumenta en un 10%, además se convoca un concurso para comprar las butacas por 180.000 euros. La aparición de filtraciones obligó a realizar una intervención de emergencia. El proyecto se amplió y se adjudicó a otra empresa.
Desde el cierre para acometer una polémica reforma del Teatro Guiniguada, perteneciente a la Viceconsejería de Cultura del Ejecutivo regional desde 1986, fecha en que lo compró por 45 millones de pesetas, las compañías teatrales y los grupos musicales insulares quedaron huérfanos de un espacio que había ganado un público fiel.
La falta de agilidad para acometer la reforma del teatro Guiniguada, obra que ha terminado en los juzgados por presunta corrupción, se había convertido en la gran vergüenza en la gestión de la Viceconsejería de Cultura del Gobierno canario durante casi cuatro legislaturas, sin que ningún equipo haya podido desbloquear una rehabilitación de la que sólo se hicieron dos fases.
Parece que al final, este emblemático espacio podrá recuperarse para uso y disfrute de los amantes de las Artes Escénicas, y quién sabe, tal vez las compañías de la región, que tanto están luchando por espacios dignos en los que mostrar su trabajo, puedan por fin actuar con regularidad en la capital de Gran Canaria. Qué harán hasta el año 2011 es otra cuestión.
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