A través de “ocho momentos especiales” Ullate hace un recorrido por su trayectoria como coreógrafo. El espectáculo se representará los días 8 y 9 de octubre en la capital Gran Canaria.
destacan creaciones del propio maestro Víctor Ullate como Laberinto, su última coreografía estrenada en Pozuelo el 30 de enero de 2010, o Après Toi, dedicada a Maurice Béjart, ambas con música de Beethoven y otras clásicas como La Bella durmiente, o La Bayadère, que el Ballet de Víctor Ullate recupera ahora para darle un nuevo aire con la experiencia ganada a través de los años de trabajo.
Es, por lo tanto, una oportunidad única para poder disfrutar de los mejores momentos de estas obras cuidadosamente seleccionadas y adaptadas, en un recorrido coreográfico trazado por Eduardo Lao, director adjunto de la compañía y el propio Ullate, que crean un repertorio donde se mezclan estilos, músicas y épocas en un collage aparentemente desconectado, pero que, según destaca el propio Ullate, suponen todo un repaso vital que va mucho más allá de lo meramente artístico.
Desde Mozart a Massive Attak pasando por Chopin sin olvidar a Rita Hayworth y su memorable Put the Blame on Mame. Estas heterodoxas figuras, y muchas más, tienen cabida en un espectáculo que apuesta por lo mestizo. Mestizo en sus sonidos y mestizo en técnicas, estilos y disciplinas. Los amantes de la danza en sus más variados aspectos podrán disfrutar de una paleta de piezas muy amplio que va desde las propuestas más académicas y clásicas a lo más rabiosamente actual pasando por la racialidad del baile español. Y todo ello tamizado por el genio de Ullate, un coreógrafo in dispensable a la hora de valorar los derroteros por los que ha transitado la danza española durante las últimas décadas.
Para Ullate esta coreografía es un reflejo de inquietudes y vivencias a lo largo de una dilatada carrera profesional. Según adelantó el propio coreógrafo se trata de un repaso vital que se inicia desde que el artista tiene “cierto uso de razón” y que tiene a su hermana como inspiración: “El montaje es un revulsivo. Uno tiene cosas dentro que, al igual que cuando se acude a un psicólogo, tienes que sacar. Hacía mucho tiempo que quería expresar el cariño a mi hermana y toda la pena que he tenido durante tantos años y que sigo teniendo” destaca.
“Ha sido una de esas cosas que uno tiene ganas de decir y llega el momento y lo dice. No siempre se está capacitado. En mi vida ha llegado el momento en el que he tenido valor y siempre digo cosas en mis coreografías”, comenta Víctor.
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